El Eternauta fue un fantasma del cine argentino. Proyectos que quedaron en el olvido, frustraciones y grandes directores que quisieron filmar la epopeya de la historieta y no pudieron. Fernando Pino Solanas, Adolfo Aristarain y Lucrecia Martel, entre otros. De década en década un cineasta del mayor prestigio reflotaba el proyecto y nunca se podía llevar a cabo. El Eternauta seguía vivito y coleando pero desde los cuadraditos del comic. Hasta que llegó Netflix, nuestra señora de todas las plataformas, y pudo. El 30 de abril se estrena en todo el planeta la más grande de las novelas gráficas. Ahora sí. Bajo la dirección de Bruno Stagnaro (Pizza, birra y faso), los productores Leticia Cristi, Hugo Sigman y Matías Mosteirin y el primer actor argentino Ricardo Darín como Juan Salvo, El Eternauta. Seis episodios de una hora en la primera temporada y los pequeños anuncios, los tráileres en cuentagotas y la ciudad empapelada de afiches enormes aumentaron aún más la espera.
Pero vayamos a El Eternauta original, al de papel. A Héctor Germán Oesterheld, el guionista y a Francisco Solano López, el dibujante. Años 50 del siglo pasado. Solano López en una charla de trabajo le pide a Oesterheld que escriba una de ciencia ficción, se la decía Fantaciencia por entonces. Una que dé cuenta de la Guerra Fría en el mundo, que los marcianos están de moda, una de invasión extraterrestre. A Oesterheld le queda picando el bichito. Y va apareciendo de a poco la idea original de El Eternauta. Un viajero del tiempo que se materializa de golpe en el escritorio del guionista Oesterheld en su casita de Martínez, zona norte del conurbano bonaerense, y le adelanta que vendrá la invasión.

El 4 de septiembre de 1957 aparecen las primeras páginas de El Eternauta. Oesterheld y su hermano tienen una editorial de revistas de comics y les va muy bien. La editorial Frontera y allí con las revistas Hora Cero, Hora Cero Semanal y Hora Cero Extra. Así, en entregas semanales, dejando el gancho para la semana que viene, entre 1957 y 1959, sale la historieta completa de El Eternauta. La trama es conocida porque estalló de popularidad. Una caída de nieve mortal, copos asesinos, el que sale a la calle muere al instante y la invasión por detrás.
Oesterheld no es un guionista más de aventuras y entretenimientos. Detrás de El Eternauta hay una estructura de relato (el guionista sentado en su escritorio y el viajero del tiempo adelantándole el futuro) y la acción que se sucederá después en las calles y en una Buenos Aires muy reconocible. Juan Salvo es un hombre común, con su familia, Elena (su mujer) y Martita (la nena) y sus amigos del barrio, Polsky y Favalli jugando al truco una noche cualquiera. Hasta que la radio que tienen de fondo interrumpe la transmisión y trae las malas noticias.
La historia se pone más trágica y angustiante y esos guiones de HGO combinan maravillosamente con los dibujos hermosos y casi cándidos de FSL. La historieta, la aventura y la invasión tienen un tono de lucha y de resistencia que combina con un país en llamas, en medio de una dictadura maldita, la de Aramburu y Rojas. El Eternauta no da señales políticas partidarias pero está metida en medio del golpe de 1955 y los fusilamientos de 1956 a obreros peronistas. Juan Salvo es un hombre común, casi un burgués, que defiende su familia y su territorio, pero la historia se agiganta con la historia trágica de la Argentina de esos años.
El Eternauta en capítulos fue un éxito de público y de ventas.

En 1969 la editorial Atlántida lo contrata a HGO a hacer una nueva versión del El Eternauta (una remake) para salir en forma de cuadernillos adentro de la revista Gente, una revista de gran tirada y alto impacto. Oesterheld elige esta ve a Alberto Breccia para ser el dibujante de las aventuras de Juan Salvo. Breccia es moderno e innovador. Usa técnicas de collage, tintas negras y tiene un estilo muy oscuro. La nueva novela gráfica tiene el mismo argumento pero los dibujos de Breccia la cambian radicalmente. El 29 de mayo de 1969 sale la revista Gente con Roberto Galán y todas sus secretarias de “Si lo sabe, cante” en la tapa y adentro el cuadernillo número 1 de El Eternauta de Oesterheld/Breccia. Los siguientes jueves sigue regularmente la salida de la historieta hasta que el descontento del público, quejas formales a través de cartas de lectores, que están molestos por esas viñetas negras y horribles de una historieta incomprensible. La editorial decide levantar la tira y la cierra con un final precipitado que escribe el mismo Oesterheld. Como dicen Guillermo Saccomanno y Carlos Trillo en su estudio preliminar: “El Eternauta de Oesterheld y Breccia es una obra de arte maldita”. El editor responsable de la revista Gente argumenta que los dibujos de Breccia son ininteligibles. Elegantemente, ataca la forma, aunque lo que le molesta en realidad es el contenido. La invasión y el grupo armado con Juan Salvo como líder.
Los dibujos de Alberto Breccia son más fríos, más negros, más adultos y más políticos. Es el año de las revueltas en Córdoba y en las demás provincias. Oesterheld, también, milita dentro del peronismo. Y endurece sus guiones.

En 1975 ediciones Récord (editorial dedicada al mundo de las historietas) reedita El Eternauta original de HGO y FSL. Y es un éxito arrollador. Se multiplican las ediciones y vuelve a estar en la cresta de la ola.
Por tal motivo, los dueños de Récord le piden a HGO que escriba una segunda parte de El Eternauta, la continuación después de aquella nieve asesina. De nuevo se junta la dupla original y vuelven al ruedo HGO/FSL con El Eternauta II (segunda parte).
Se escribe y dibuja en el año 1976 en medio de la dictadura de Videla/Massera/Agosti. Oesterheld, ya está clandestino y muchas mañanas los redactores de la editorial lo encuentran durmiendo en las oficinas. Se desata la persecución. A Oesterheld le secuestran y asesinan las cuatro hijas, tres yernos y él escapa y se esconde. Se sabe que ya oculto dictaba los últimos guiones de El Eternauta segunda parte desde teléfonos públicos. Es secuestrado, torturado y después muerto (nunca apareció su cadáver) entre abril y mayo de 1977. Fue visto por otros secuestrados en Campo de Mayo.
Ediciones Record saca en tapa dura la edición completa de El Eternauta segunda parte en junio de 1978. La historieta no está a la altura de la original. El Oesterheld militante es más previsible que el original que tenía un Juan Salvo más asustado y más miedoso.
FSL se exilia a España con su familia en 1977 y salva su vida.
Dos datos de nuevas aventuras
En 2003 hay un nuevo intento de reflotar a El Eternauta. Ediciones Sol saca a kioscos nueve revistas (tres libritos de tres capítulos cada uno) con El Eternauta, el regreso. Basado en los originales de HGO/FSL y ahora con un nuevo guionista que es Pablo Maiztegui. Martita (la hijita de Juan Salvo) es adulta y la historia sigue desde allí. Pero no funciona del todo y la serie es olvidada rápidamente.
Y la última aventura es el homenaje que la Biblioteca Nacional Mariano Moreno le hace a HGO en 2007 (muestra de Juan Sasturain/Carlos Bernatek) a 30 años de la desaparición del guionista y en el 50 aniversario de la aparición de El Eternauta. Con una novedad, unas viñetas nuevas con guion de Sasturain tituladas El Atajo, un momento donde la lucha, la invasión, la persecución se traslada a la Biblioteca Nacional. Y el homenaje de los dibujantes argentinos con todos los personajes de HGO y una pancarta enorme que atraviesa el cielo y dice: “¿Dónde está Oesterheld?”
Y ahora El Eternauta de Netflix.
Desde 1957 hasta el viaje de Juan Salvo sigue sin descanso, atravesando el derrotero de la historia argentina en una novela gráfica que ya es parte de la literatura universal.
Fernando González
Profesor, periodista y exrector de TEA y DeporTEA. Trabajó en radio Del Plata, el diario Página/12 y las revistas El Periodista, UnoMismo y Playboy, entre otras.