Un vano intento de cadáver exquisito
Conmemorar lo eterno es una empresa tan ridícula como apasionante que se abstiene de garantizarnos una inmortalidad estable, ajena a las angustias que nos atacan cada mañana antes de lavarnos la cara.
Tampoco nos ahorra molestias en transporte público alguno.
La vida eterna no implica maleabilidad molecular instantánea.
Solo nos obliga a reanudar cada incómodo instante.
Por ejemplo, cuando tropecé con la clínica para tratamientos específicos de amígdalas inflamadas, inútilmente desasnadas en la huida del queso empalagado frente a cortinas pélvicas debidamente amaestradas en el insípido arte de la fotogenia kármica, mis testículos dentados sufrieron una leve fiebre diminutiva.
No se imagina cómo llene el vacío de esa noche miserablemente aburrida concibiendo junto a mi esposa un novedoso inventario de excusas.
Otro asunto muy distinto lo suponen los perros alzados en pos de naranjas semi-amargas, que según me han contado algunos ascensores madrugados de escasa maquinaria, suelen darse cita con palomas pendencieras en la baranda empleada como antesala a una importante escalera mecánica. Orgullosa portadora de una inmensa bóveda desmantelada.
Lo que me recuerda la zozobra.
Zozobrar es una costumbre maravillosa cuando uno se dedica a recolectar manjares sobre una mesa desierta de gruesos cristales desparramados por las hordas apasionantes de comensales abotonados entre los dientes dorados de naves subterráneas que usufructúan constantemente el semen desplomado que pende agitado desde un delgado clítoris de mármol enrevesado.
Pero volviendo a la incómoda inmortalidad que le relataba el año pasado... podemos tomarnos mil años tratando de comprender las raíces del comportamiento humano, pero a la larga nos aburriremos.
No me cabe la menor duda.
Tal como usted acaba de aburrirse, mi querido Conde disecado por la nostalgia empedrada del ladronzuelo desalmado.
Gabriel Álvarez
Nació en 1973, en el oeste de la provincia de Buenos Aires.
Trabajó en televisión y publicidad como guionista y redactor para Walt Disney, National Geographic, Warner/Discovery y Paka Paka. También hace correcciones y transcreaciones, y cuando puede, ofrece sus servicios al mejor postor.