se me caen las lágrimas y pido perdón
porque no lo puedo evitar
no sé bien de dónde viene tanta agua
pienso en mi casa también está llorando
hay una pérdida de agua en una cañería
un goteo constante en una canilla
la cierro pero insiste
hago un arreglo provisorio
y de repente vuelve a llorar
no sé dónde ponerme cuando se me sale
el agua de los ojos
adónde ir para no molestar a nadie con mi dolor
muchas veces pienso que es una carga
que tengo que esconder
para no incomodar a otros
temo que no sepan qué hacer con él
temo ver en sus ojos que soy yo la que no sabe
qué hacer con él
hace diez años que vivo en esta casa
hace diez años que el hombre de los helados
pasa en su bicicleta todos los días a las dos de
la tarde puntual, blanco y estridente
hay cosas que nos anclan a la vida pero
no les prestamos atención por ser demasiado simples
ahora entiendo que el grito de los helados
y otros gestos recurrentes de este barrio
se convirtieron en el ritmo constante
que sostiene los bemoles de mi vida
porque así están las cosas, mi amor
aunque no parezca cada minuto pende de un hilo
¿qué voy a hacer cuando el grito puntual de los
helados ya no pase?
¿qué borde quedará pata lo que siento
desde que te fuiste?
Ruka
me envuelvo en una manta aunque no haga frío
doblo las piernas y las abrazo para acercarme a mí misma
con los ojos cerrados respiro lento y escucho
todo lo que me rodea
todo lo que me he estado diciendo
soy un animal con algunas heridas que además imagina cosas
y por esa circunstancia soy también una mujer
(como mis abuelas que también fueron mujeres
animales y heridas
de una heredé la soledad
de la otra la nariz)
dejo de pensar y siento que todo mi cuerpo respira
descubro un movimiento suave cálido
en mis piernas en mis brazos en el pecho
estoy donde quiero estar
este templo de latidos comunes
de sangre memoria y huesos
salí a caminar sola
fui al cine sola
cociné ravioles con tuco, tomé vino
bailé Louis Armstrong
me di placer y dormí
sola
si la soledad me había acompañado
tantas veces en momentos tan tristes
¿por qué no iba a invitarla a quedarse
otra noche?
Poemas inéditos.
Nació en 1989 en San Carlos de Bolívar aunque reside actualmente en Olavarría. Es profesora de Lengua y Literatura en nivel secundario. Publicó su primer libro de poemas La edad del viento (2023) en Halley Ediciones.