Poemas breves XIX

Foto de Poemas breves XIX por undefined.

La danza encendida

I

La veo claramente,

lleva un vestido negro

sencillo,

zapatos de medio taco,

el pelo recogido en un rodete.

Camina taconeando sobre los adoquines

de una calle angosta

rumbo a la capilla del pueblo.

¿Qué piensa?

Veo la fuerza enredándose en el hilo

que une las cuentas de su rosario.

Rezá, Pasionaria, rezá por nosotras.

Rezá, Pasionaria.

Que tu rezo me ayude a olvidar esta pena.

 

II

Las agujas afilan sus puntas

sobre el basto entramado de grafa.

Diez u once pantalones,

cortados y cosidos

bajo las velas de luz nerviosa   

Todos iguales,

duros, 

hechos en la premura

que imponen

la tormenta y el hambre.

La noche se agiganta

la danza encendida

ondula las manos

de las mujeres

ceñidas a una esperanza:

 ganar algo de dinero

apenas amanezca.

Llueve sobre la chapa

dentro de ollas y fuentones

Las manos se apresuran.

Pasionaria las incita a rebelarse.

Suena a viento en el desierto,

los ojos ya no alcanzan.

Amanece,

hay que entregar los pantalones.

Se oyen los pedales de las Singer,

no paran

aunque el cansancio nazca

acumulado en los ojos y en las espaldas.

De nada sirve llorar

o lamentarse,

les dice Pasionaria.

Ya entenderán.

No queremos a los niños

en las minas,

sí en las escuelas.

El tiempo

se vuelve parco.

Debemos caminar juntas,

abandonadas a la lucha. 

 

III

Pasionaria escribe,

la vela casi no alumbra,

el pabilo se consume.

Las palabras arden

sobre la hoja.

Su mano no necesita de la luz,

se desliza sola

a través del papel.

Cuando los primeros rayos iluminan

los bordes de la colina,

el artículo está listo,

falta la firma,

su firma.

Suenan las primeras campanadas

en la parroquia,

llaman a misa de Pascua.

El pueblo celebra

la pasión de Jesucristo.

Dolores Ibárruri

escucha las campanas 

y se pare a sí misma como

Pasionaria

Nace de sus raíces

esa otra mujer

dispuesta a sembrar de flores los ríos.

 

 

Páramo

De los ojos de mi amiga

crecen ramas como brazos.

Rasgan el aire con su filo,

ocultan los rayos de luz

de la lámpara y 

proyectan sombras. 

Ásperas se enredan

en los hilos

de humo del cigarro,

caen cerca de la bandeja

de bocaditos que preparé.

Busco en el interior

de los ojos de mi amiga

el tronco de aquel árbol;

detrás hay un páramo

y pedazos de espejo roto;

en cada uno,

el cuerpo fragmentado. 

 

 

Gaza

Entre los escombros

         asoma un niño,

                               como un retoño.

 

 

 

Adriana Chiattone (9 de julio, Buenos Aires) es egresada de la carrera de Psicología de la UNLP. Cursó estudios de escritura creativa en Casa de Letras.

Publicó La permanencia  (Linda y Fatal ediciones). Su cuento Paraíso fue incluido en la antología Gente Mayor publicada por Ediciones Cienvolando.

Otras obras de narrativa breve como Penumbras y Camino a casa, fueron seleccionadas para el proyecto de editorial Outsider titulado Huellas digitales. Publicó Cacao amargo (Ediciones Cienvolando)

Como narradora oral presentó diversas obras dirigidas por su maestro Pedro Parcet: Un canto de amor, adaptación de India Song de Marguerite Duras. La voz perdida de Pascal Quignard. Querido Ingmar, una obra basada en la historia de amor de la actriz Liv Ullman y el cineasta Ingmar Bergman, Hiroshima Mon amour, una adaptación del guion de Marguerite Duras. Desde el 2014 junto a la poeta Mónica Sifrim coordina el proyecto editorial Cienvolando.

 

 


Fecha7/1/2025
Tiempo de lectura1 min


Otras Publicaciones

Imagen de: Sensación viral
|14 Ene 2025
Sensación viral

La novela escrita por Michael McDowell forma parte de una saga que reúne seis obras y fue publicada por primera vez en 1983, siendo una de sus obras más reconocidas