Carlos Correas era escritor, filósofo, ensayista y profesor. Nació en 1931 en Buenos Aires y murió en la misma ciudad, el 17 de diciembre de 2000, cuando se tiró del sexto piso de un edificio.
Un autor que en su época “no fue ningún bestseller”, como dijo Juan José Sebreli, amigo/amante de Correas, en la película Ante la ley que reconstruye su vida a partir de varios testimonios, y que hoy en día es considerado por muchos lectores y colegas como un autor de culto, también escritor maldito. Su libro La operación Masotta (1991), es su obra más resonante y leída. Una biografía, un ensayo, un testimonio personal, incluido entre los doscientos libros importantes de nuestra historia por un jurado compuesto por miembros de la Biblioteca Nacional y el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti.
Pero Correas había empezado mucho antes a estar en boca de todos, en el año 1959 escribió un cuento, La narración de la historia, por el que fue juzgado y condenado junto al editor de la revista Centro, que lo publicó, ya que en esa época se consideraba inmoral y obscena la temática homosexual. Según dicen, fue el primer cuento de ese tenor de la literatura argentina.
Un escritor del yire, de las orillas, “un gran caminador” (Bernardo Carey), que dejó de publicar luego de ese escándalo, y que también dejó la homosexualidad, como le dijo a sus amigos. Pero Correas siguió escribiendo, a pesar de invisibilizarse, y dejó mucho material que da testimonio de sus pensamientos, de su día a día.
Ha muerto un puto es la obra de teatro que Gustavo Tarrío pone en escena en ArtHaus Central los sábados y domingos a las 20:30 horas. Recorre una parte de la vida de Carlos Correas desde sus escritos, sus libros publicados, y los testimonios de su entorno.
En ella tres actores (David Gudiño, Vero Gerez, María Laura Alemán) son poseídos por Correas, no interpretan a Correas, Correas habla a través de ellos. Un elenco que representa hitos importantes en la vida del escritor. La imagen cinematográfica de Vero Gerez, además de una voz increíblemente dulce, recrea el clima de los cines de época, de la Buenos Aires que Correas “pateaba”; David Gudiño “el marrón”, que levanta la figura del “cabecita negra”, personaje principal del cuento prohibido. Y María Laura Alemán, actriz y pianista trans, que compuso la música y toca en vivo durante la hora y diez que dura la obra.
El escenario, en el que solo hay un piano y una maqueta que contiene una ciudad en las orillas, permite que los artistas lo recorran en toda su extensión. Que por suerte tiene el tamaño justo para que los espectadores estén al tanto de cada movimiento, pero también de cada gesto, mirada. La luz persiguiendo las diferentes expresiones de Gudiño es un gran acierto. La pantalla de fondo, que aparece y desaparece sutilmente, invita la asociación entre una serie de mensajes que acompañan al guion, y la parte cinematográfica del argumento. Junto al vestuario, otro acierto, y la música de María Laura crean un clima armonioso que modera un texto, por momentos exuberante, armado desde la propia escritura de C. C.
Ha muerto un puto es un híbrido: performance, música, canto, documental, donde cada uno de los artistas, desde su propia expertise, le pone el cuerpo, canta, recita textos complejos, algunas partes de los libros publicados, anécdotas. Y recorre el escenario, sobre todo David que es quien tiene la mayor responsabilidad física.
Los tres, en completa sintonía con la puesta audaz que concibió Tarrío, tratan de comprender y alimentar la vida de un autor maldito, que fue catalogado como peligroso por un cuento que habla del deseo, la diferencia de clases, la tenencia cultural. Un escritor que se suicida porque, entre otros motivos, no puede tolerar “ser un puto integrado y viejo”.
"Nuestras obras deben asustar, crear dolores de cabeza, preocupar, ponerlo todo en cuestión. Es, por supuesto, una literatura del escándalo. Una literatura de suicida para suicidas". Carlos Correas
La obra se presenta sábados y domingos hasta fines de febrero. Son las últimas funciones.
FICHA TÉCNICO ARTÍSTICA
Actúan: María Laura Alemán, Vero Gerez, David Gudiño
Diseño de vestuario y utilería: Paola Delgado
Carpintería: Facundo Varela
Autoría de canciones: María Laura Alemán
Diseño de iluminación: Sebastián Francia
Entrenamiento y asistencia de dirección: Florencia Schrott
Fotografía de obra: Martina Perosa
Prensa: Prensópolis
Guion y dirección: Gustavo Tarrío
Duración: 70 minutos
Funciones: sábados y domingos a las 20.30 h
Sala: ArtHaus Central (Bartolomé Mitre 434, CABA)
Entrada general: $14000.- por Alternativa
Duración: 70 minutos
